DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número EDIFIL:Temática: Denominaciones de origen protegidas
Fecha de puesta en circulación: 27 de febrero de 2025
Procedimiento de impresión: Offset
Soporte: Estucado, engomado, fosforescente
Formato de los sellos: 40 x 30 mm (horizontal) 30 x 40 mm (vertical)
Dentado de los sellos:
Formato de la Hoja bloque: 133 x 99 mm (horizontal)
Valor postal: 3 € cada sello
Tirada: 70.000 hojas bloque
Fotografías:
Ilustración:
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Correos continúa este 2025 con la difusión de los productos de España a través de su serie filatélica GASTRONOMÍA Denominaciones de Origen Protegida e Indicación Geográfica Protegida con dos productos de la Comunidad de Madrid: Aceite de Madrid y Carne de la Sierra de Guadarrama.
La zona de producción se encuentra situada en un espacio único, dadas sus peculiaridades orográficas, climatológicas y edafológicas; el sureste de la Comunidad de Madrid, en un total de 38 municipios y una superficie de olivar de 23.600 hectáreas, donde elaboran 13 almazaras inscritas en la DOP.
Las principales variedades de aceituna utilizadas: Cornicabra, Manzanilla Castellana y Manzanilla Cacereña, junto a otras variedades minoritarias autóctonas: Carrasqueña, Gordal, Asperilla, y Redondilla, están perfectamente adaptadas a las condiciones de la comarca, asegurando una identidad multivarietal no presente en ninguna otra zona de producción de olivar en el mundo. Este ensamblaje natural de variedades principales y minoritarias permite obtener perfiles sensoriales singulares, siendo esta otra seña de identidad única de este aceite.
Los aceites de la DOP “Aceite de Madrid”, se caracterizan por sus intensos aromas de aceituna, almendra, hierba, hoja, manzana, tomate y plátano, diferentes en función del % que lleven de cada variedad. Y en boca se reconoce por un gran equilibrio entre el amargo y el picante, atributos positivos del aceite
La Indicación Geográfica Protegida “Carne de la Sierra de Guadarrama”, protege a las carnes procedentes del ganado vacuno de aptitud cárnica de las razas Avileña-Negra, Limusina y Charolesa y sus cruces.
Antes del sacrificio, dependiendo de la edad de los animales y de su alimentación, se distinguen los siguientes tipos:
· Ternera: Animal hembra, destetada con una edad mínima de cinco meses y destinada al sacrificio con una edad máxima de catorce, periodo mínimo de acabado en cebo intensivo de tres meses y peso mínimo de 150Kg/canal.
· Añojo: Animal destetado con una edad mínima de cinco meses, sacrificado con una edad máxima de dieciséis, periodo mínimo de acabado en cebo de tres meses y un peso mínimo de 225 Kg/canal.
· Cebón: Macho castrado a la edad mínima de un mes, destetado con una edad mínima de cinco meses y sacrificado con una edad máxima de dieciocho.
Tradicionalmente en la Sierra de Madrid, se viene explotando ganado vacuno de carne que aprovecha racionalmente sus pastos, unos recursos naturales que se renuevan año tras año, pastando libremente los animales en montes y dehesas, lográndose mediante esta ancestral cultura ganadera unas carnes que por su sapidez y terneza han sido de siempre, y son, diferenciadas y apreciadas por los consumidores.
Mediante este pastoreo extensivo, donde se compaginan bosques y pastoreo equilibrado, se contribuye a la conservación de la naturaleza, evitándose incendios y siempre disminuyendo el efecto devastador de los mismos.
Tal y como demuestran las numerosas referencias históricas, la vida en la zona que comprende la Indicación Geográfica Protegida fue típicamente de montaña, caracterizada por una economía de autoabastecimiento basada en la ganadería.
La zona de producción coincide con la Sierra de la Comunidad de Madrid, en la cual sus características orográficas y climáticas marcan su vocación ganadera. Es una zona poco apta para las prácticas agrícolas por su terreno accidentado, donde resulta difícil la mecanización, la pobreza del suelo y la dureza del clima.
Tradicionalmente la zona de la sierra estaba poblada por bovinos de la raza Avileña –Negra Ibérica, conocida con el nombre de Serrana por su hábitat, que se utilizaban como animales de trabajo fundamentalmente para el transporte de piedra (abundante en la Sierra de Madrid).
El desuso de este ganado como animal de trabajo propició la conversión hacia la producción cárnica. Los recursos de la zona, tanto prados naturales como pastizales, son de una riqueza pastícola que permite el sostenimiento de ganado vacuno de carne. La rusticidad de la raza Avileña –Negra Ibérica favoreció su implantación y predominio en la sierra de Madrid. Hace varias décadas se introdujeron genotipos mejorantes; las que mejores resultados producen en sus cruces con la autóctona fueron las razas Limusina, Charolesa, las cuales se adaptaron muy bien a la zona de producción.
La climatología permite mantener al ganado prácticamente durante todo el año, aprovechando los recursos naturales, Incluso en los meses de clima más riguroso la alimentación base sigue previniendo de los recursos naturales de la zona.
Texto de Correos de España
Comentarios
Publicar un comentario