Número EDIFIL:
Temática: Numismática
Fecha de puesta en circulación: 20 de septiembre de 2024
Procedimiento de impresión: Offset + foil+ golpe seco
Soporte: Estucado, engomado, fosforescente
Formato del sello: 40 x 40 mm (cuadrado)
Valor postal: 3 €
Tirada: 115.000
Diseño:
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
El triente de oro acuñado a nombre de Suintila, que se conserva en el Museo Casa de la Moneda de Madrid, muestra en su anverso un busto de frente y la leyenda “SVINTHILA REX”, y, en reverso, otro busto de frente y la leyenda “EMERITAPIVS”, que alude a su lugar de acuñación, la ceca de Augusta Emérita (Mérida). Tiene un diámetro de 18,83 mm y un peso de 1,45 g. El triente o tremís fue la moneda áurea por excelencia de los reyes visigodos. En su origen -finales del siglo IV- era una moneda divisoria, la tercera parte de un sólido romano de oro y se convirtió en la pieza más extendida para el cobro de impuestos y pagos oficiales. Adoptada por los reyes visigodos, mantuvieron sus características formales, si bien, el arte que reflejan es muy esquemático, frente al modelo romano.
Suintila fue el undécimo monarca al frente del Reino visigodo de Toledo (507-711), denominado entonces como Regnum Hispaniae o Regnum Spaniae. Gobernó entre los años 621 y 631 y, en origen, era un miembro de la nobleza goda con rango de duque, que había desarrollado una exitosa carrera militar en diversas campañas. Destacan sus victorias sobre los bizantinos entre el 612 y el 615, limitando los dominios de estos en la península ibérica a la ciudad de Carthago Spartaria (Cartagena) y sus tierras adyacentes. La muerte de los reyes Sisebuto y, al poco tiempo, de su hijo Recaredo II, en el mismo año 621, propició la subida al trono de Suintila.
La actividad militar de Suintila continuó ya como Rey, venciendo a las fuerzas de vascones que atacaban las poblaciones pirenaicas de la Tarraconense. Fueron sometidos a tributo y obligados a construir la plaza fuerte de Oligicus (Olite). El éxito militar más destacado de Suintila fue la conquista de Carthago Spartaria, que precipitó el fin de los territorios bizantinos en la península entre el 623 y el 625. Estos hechos consumaron la unificación política de Hispania en manos de los visigodos y engrandecieron la figura del rey: fama que nos transmite San Isidoro de Sevilla en su “Historia de los Reyes Godos, Vándalos y Suevos”, declarándolo como el primer rey en gobernar toda la Hispania peninsular. La asociación al trono de su joven hijo Ricimiro el 625, marca el inicio de la decadencia de su reinado. Las disensiones con el estamento eclesiástico y con sectores de la nobleza cristalizaron en el triunfo de la rebelión liderada por del futuro rey Sisenando en el 631, que depuso a Suintila aunque respetando su vida: no obstante, se cree que no vivió más allá del 634.
Museo Casa de la Moneda de Madrid
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