DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número EDIFIL: 2873Temática: Homenajes
Fecha de puesta en circulación: 11 de diciembre de 1986
Procedimiento de impresión: Calcografía y Offset
Dentado: 12 ¾ 13 ¼
Formato: 49,9 x 28,8 mm (horizontal)
Valor postal: 32 Pta.
Tirada: 3.500.000
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Alfonso R. Costelao o Castelao, su firma literaria y artística,
nace en Rianjo (La Coruña) el 30 de enero de 1886 y muere en Buenos Aíres
(Argentina) el 7 de enero de 1950. Al nacer el niño, su padre emigra a la
Argentina, y 9 años después se le une la familia. En 1900 regresan a Galicia.
Alfonso, inteligencia y voluntad, cursa, en dos años el Bachillerato como
alumno libre, y termina por complacer a su progenitor, estudia Medicina en
Santiago de Compostela.
Ejerce la carrera durante algún tiempo y, falto de
vocación, acaba opositando al cuerpo técnico del Instituto Geográfico y
Estadístico, donde ingresa en 1916. Se le destina a Pontevedra, alternando el
nuevo trabajo hasta el 18 de julio de 1936, con el de profesor auxiliar de
Dibujo del Instituto de Enseñanza Media. Es diputado a Cortes en 1931 y 1936,
organizador de las milicias republicanas gallegas al iniciarse la contienda y
ministro en el exilio con Giral.
La producción literaria de estilo claro y
sencillo, casi toda escrita en gallego, es extensa y variada. Destacamos:
Cousas Os dous de Sempre y Retrincos. Entre sus ensayos citamos: Las cruces de
piedra en Bretaña, y su continuación: Las cruces de piedra en Galicia. Sus
dibujos, caricaturas y pinturas tienen un marcado sentido socioeconómico,
resumido en su desgarrada frase: El cielo visto a través de la rendija de un
hórreo dice más del hambre de un año que un artículo de fondo, son publicados
en la prensa o recogidos en series.
Gran acuarelista y buen pintor de óleos
son escasos sus cuadros expuestos en los museos. Los ciegos (Madrid) es uno de
ellos. En el sello se reproduce el óleo El buen cura” pintado por Castelao en
1917. La figura del presbítero, que en el original ocupa el centro de la
composición se sustituye por una de sus caricaturas, en las que es único e
insustituible.
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