Número EDIFIL: 3645
Temática: Comics
Fecha de puesta en circulación: 11 de junio de 1999
Procedimiento de impresión: Huecograbado
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Formato de los sellos: 28,8 x 40,9 mm (vertical)
Dentado: 13 3/4
Efectos en pliego: 50
Valor postal: 35 pesetas
Tirada: 2.000.000
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Doña Urraca es un personaje emblemático del cómic español, creado por el dibujante Jorge (Joaquín Buigas) y publicado por primera vez en 1948 en la revista Pulgarcito de la editorial Bruguera. Es una de las figuras más recordadas de la llamada "escuela Bruguera", conocida por su humor negro y un carácter malvado, lo que la hace destacar frente a otros personajes de cómic de la época, que solían ser más simpáticos o heroicos.
Características de Doña Urraca:
Personalidad: Doña Urraca es una anciana de aspecto siniestro, con una nariz puntiaguda y una actitud mezquina. A diferencia de otros personajes cómicos de la época, ella no tiene problemas en mostrar su maldad. Es avariciosa, egoísta, y no tiene escrúpulos en maltratar a quienes la rodean, incluidos animales, vecinos o cualquier persona desafortunada que se cruce en su camino. Su comportamiento es cínico y despiadado, pero presentado de manera cómica.
Humor negro: Las historias de Doña Urraca se caracterizan por un humor más ácido y cruel que el habitual en los cómics infantiles de la época. Las situaciones suelen girar en torno a sus malvadas acciones o a cómo intenta perjudicar a los demás para su propio beneficio, aunque muchas veces sus planes terminan saliéndole mal y acaba sufriendo las consecuencias de sus propios actos.
Aspecto visual: Doña Urraca tiene una apariencia caricaturesca y exagerada. Siempre vestida de negro, con una especie de manto o vestido largo, su figura flaca y encorvada, junto con su nariz ganchuda, refuerzan su imagen de vieja bruja, aunque en ningún momento se indica que tenga poderes mágicos.
Popularidad: A pesar de su carácter malvado, o quizás debido a él, Doña Urraca se convirtió en un personaje muy popular en la cultura española del cómic. El contraste entre su actitud despiadada y las situaciones cómicas que provocaba hicieron que el público, especialmente los adultos, la apreciara.
Evolución y legado: A lo largo de los años, Doña Urraca mantuvo su popularidad, apareciendo en distintas publicaciones de la editorial Bruguera. Posteriormente, en la década de los 80, cuando Bruguera fue adquirida por Ediciones B, el personaje fue revivido en algunos especiales. Aunque no ha tenido el mismo impacto internacional que otros personajes del cómic español, Doña Urraca sigue siendo un símbolo del humor negro en la historieta española.
En resumen, Doña Urraca es una figura clave del cómic de la posguerra en España, representando una ruptura con los personajes más tradicionales y simpáticos de la época al ser una anciana malvada pero divertida, cuyos planes malévolos frecuentemente terminan en desastre para ella misma.