Número EDIFIL: 5210
Temática: Patrimonio mundial
Fecha de puesta en circulación: 28 de febrero de 2018
Procedimiento de impresión: Calcografía y Offset
Papel: Estucado, engomado, mate, fosforescente
Formato de la hoja bloque plegada: 104,5 x 150mm (vertical)
Dentado: 13 ½
Formato del sello: 32 mm (circular)
Valor postal: 3 €
Tirada: 180.000 hojas bloque
Diseño: Juan A. González (Filatelia)
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Un nuevo sello se incorpora a la serie Patrimonio Mundial, que siguiendo la línea de años anteriores, es emitido en una hoja bloque con un sello de forma redondeada y que representa el anverso de la moneda de dos euros que se pondrá en circulación también este año.
El grabado de la moneda representa al Apóstol Santiago con la indumentaria de peregrino, delante de una de las puertas de la Catedral de Santiago de Compostela.
El sello está enmarcado en una bella calcografía de la propia catedral. Concretamente, se puede ver la fachada principal, que cada año recibe a miles y miles de peregrinos, que tras rodear toda el edificio, llegan a la Plaza del Obradoiro para contemplar y atravesar el Pórtico de la Gloria, y alcanzar por fin un sueño, un deseo, después de días de caminos, de lluvia, de frío o de muchas veces acompañan a los peregrinos.
Llegar frente a esta Catedral es llegar a la meta. Son muchos los momentos de reflexión, de risas y de lágrimas, de nuevas experiencias con gente que viene de todos los rincones del mundo para realizar esta peregrinación, que desde hace cientos de años, reúne a millones de seguidores de personas que con alguna o ninguna inquietud religiosa, son movidos por las ganas de realizar esta hazaña o vivir una aventura.
En el tercer tercio del siglo XI, Bernardo el Viejo y Roberto, inician la construcción de la Catedral Románica, bajo el reinado Alfonso VI, siendo obispo don Diego Peláez. Tras muchas idas y venidas, interrupciones y dificultades, en 1211 se celebra la consagración de la Basílica con la presencia de Alfonso IX.
Aunque la Catedral ha mantenido su estructura inicial, a lo largo de los siglos ha ido variando su fisonomía con la construcción posteriormente en el Renacimiento del Claustro y después, durante el Barroco, de la Capilla Mayor, los órganos o la fachada de la Plaza del Obradoiro.
Más tarde, ya en el Neoclásico, se construyó la fachada de Azabachería.
La Catedral de Santiago es la guinda a una ciudad digna merecedora de ser Patrimonio de la humanidad.