Número EDIFIL: 5197
Temática: Ciencia
Fecha de puesta en circulación: 2 de enero de 2018
Procedimiento de impresión: Offset
Papel: Autoadhesivo fosforescente
Formato: 35 x 24,5 mm (horizontal)
Efectos en pliego: 50
Valor postal: Tarifa A
Tirada: Ilimitada
Diseño: Jesús Sánchez Servicios Corporativos, S.L
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Teniendo en cuenta que hace unos 30 o 40 años, la investigación biomédica en España era casi una anécdota, se puede decir que hoy día nuestro país, ocupa un lugar destacable en este campo.
El número de sociedades médicas ha crecido y ha ido adquiriendo una mayor importancia en nuestro país, sobre todo, debido a la alta calidad profesional de sus miembros.
El fin último de la investigación biomédica es salvar vidas. Es importante que el conocimiento generado a partir de la investigación en salud se aplique al tratamiento y prevención de enfermedades y también, a mejorar la salud y la calidad de vida de la población.
La ciencia, la investigación y la tecnología, son las vías fundamentales para el progreso y, sin progreso, no hay bienestar. Aunque en España hay numerosas vías de investigación, son cuatro las que más han vivido avances realmente significativos. Hablamos de la genética, la oncología, las neurociencias y la inmunología.
Gracias a estos profesionales que dedican su vida a tratar de salvar la de los demás, luchan por la esperanza de un futuro mejor, con una población más saludable, se avanza a lo que se conoce como medicina personalizada, es decir, tratamientos específicos para cada paciente, que conseguiría mayores resultados.
Correos dedica un sello a la Investigación Biomédica, como reconocimiento a este trabajo cuyos destinatarios somos todos, las personas enfermas pero también las sanas que gracias a sus investigaciones podremos prevenir multitud de enfermedades.
El sello recoge tres imágenes muy significativas, que resumen lo que supone la investigación biomédica en general: una bata médica con un fonendoscopio representando al médico que nos cura y nos cuida, una investigadora haciendo su trabajo y un niño, que simboliza la salud y el futuro de la humanidad.
Unos botes de cristal acompañan esta composición como metáfora de los resultados de esas investigaciones.