Número EDIFIL: 4332
Temática: Efemérides
Fecha de puesta en circulación: 12 de mayo de 2007
Procedimiento de impresión: Huecograbado
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Dentado del sello: 13 3/4
Formato: 28,8 x 40,9 mm (vertical)
Efectos en pliego: 50
Valor postal: 0,30 €
Tirada: 1.000.000
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
El 12 de mayo de 1982, las Cortes Generales aprobaron la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas, máximo órgano de fiscalización económico-financiera y jurisdicción contable que depende directamente de las Cortes Generales. A los 25 años de la promulgación de la ley, se recuerda la efeméride con la emisión de un sello conmemorativo.
Situado en pleno centro de Madrid, calle Fuencarral, el Tribunal de Cuentas se alza en una construcción de estructura cuadrangular catalogada por el Plan General de Urbanismo como “Edificio Singular”. Su competencia jurisdiccional se extiende por todo el territorio nacional, sin perjuicio de los órganos fiscalizadores de cuentas que existan en las Comunidades Autónomas y, en el artículo primero de la ley, se establece que: “El Tribunal de Cuentas es el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del Estado y del sector público... de acuerdo con la Constitución y la presente Ley Orgánica”. La norma legislativa se desarrolla a lo largo de cuarenta y nueve artículos, en los que se desglosan detalladamente las funciones y competencias que cumple la institución, con total independencia y sometimiento al ordenamiento jurídico. Entre estas funciones figuran: “La fiscalización externa, permanente y consuntiva de la actividad económico-financiera del sector público” y “El enjuiciamiento de la responsabilidad contable en que incurran quienes trabajan a su cargo en el manejo de caudales o efectos públicos”. El origen histórico del Tribunal de Cuentas se remonta a la casa Trastámara, durante el reinado de Juan II (1406-1454), en que se otorgan las primeras ordenanzas completas para los Contadores Mayores de Cuentas, año 1437. Estas normas surgieron por las dificultades que existían en la recaudación de tributos y en la ordenación de las cuentas, encomendando a los Contadores Mayores “la capacidad de oír y librar pleitos, reclamar las deudas de los impuestos no recaudados, o recaudados y no ingresados en las arcas. De este modo, se convirtieron en jueces para imponer multas y sanciones”. 545 años separan estas primeras ordenanzas de la ley actual. En el sello se reproduce la fachada principal del Tribunal de Cuentas bordeado con la inscripción: “XXV Aniversario 1982-2007 Ley Orgánica Tribunal de Cuentas”.
Texto: Yolanda Estefanía