SELLO | TAPICES SXVIII. EL JUEGO COLUMPIO F. DE GOYA

TAPICES SXVIII. EL JUEGO COLUMPIO F. DE GOYA


DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4427


Temática: Tapices

Fecha de puesta en circulación: 29 de julio de 2008

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato de los sellos: 33,2 x 49,8 mm (vertical)

Formato de la hoja: 79,2 x 105,6 mm (vertical)

Valor postal: 0,60 €

Tirada: 500.000 hojas

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

Esta hoja bloque dedicada a la emisión de Patrimonio Nacional reproducen el tapiz de título El columpio, surgido de los cartones realizados por Goya y pertenecientes a la temática denominada Cuadros de costumbres. Este tapiz, elaborado por la Real Fábrica de Madrid, fue confeccionado bajo la dirección de Cornelio Vandergoten, descendiente de una familia de maestros tapiceros naturales de Amberes, quien en 1774 quedó al mando de los talleres. Goya comenzó a realizar cartones para la Real Fábrica en 1775 y pintaría el retrato de Vandergoten, expuesto en el Museo del Prado, ya como director de la institución de tapices hacia 1782.

El tapiz de la colección real que aparecen en esta hojas bloque están elaborado en seda y lana y forma parte de una serie de trece piezas destinadas a decorar las antesalas del dormitorio de Carlos de Borbón y María Luisa de Parma, en el palacio de El Pardo. En este tapiz predomina el estilo costumbrista y popular, tan frecuentado por Goya en su etapa inicial y que incluso desarrolló a lo largo de casi toda su trayectoria, particularmente en aquellos trabajos destinados a cartones para tapices y a bocetos de obras decorativas y de menor entidad. El tapiz El columpio representa una imagen lúdica y a la vez bucólica campestre. En la composición aparecen un grupo de cuatro infantes acompañados por tres miembros de la servidumbre. Una de las criadas se columpia, mientras que otra sujeta los andadores del más pequeño. Al fondo aparecen pastores, un cochero y el resto de los criados. Goya nos brinda aquí una peculiar interpretación y visión del estilo rococó.


Texto: Francisco Vicent Galdón