Número EDIFIL: 4552
Temática: Catedrales
Fecha de puesta en circulación: 4 de marzo de 2010
Procedimiento de impresión: Calcografía y offset
Papel: Estucado, engomado, mate, fosforescente
Dentado: 13 3/4
Formato del sello: 28,8 x 40,9 mm (vertical)
Formato de la hoja bloque: 79,2 x 105,6 mm (vertical)
Valor postal: 2,75 €
Tirada: 300.000 hojas bloque
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Se emite una hoja bloque con un sello dedicado a las Catedrales de Plasencia. Reproduce dicho sello una imagen del exterior de la antigua Sala Capitular, hoy convertida en capilla, cuya torre, llamada del Melón, aparece profusamente decorada con adornos arquitectónicos que nos sugieren los cimborrios gallonados de otras torres de catedrales como las de Zamora y torre del Gallo de la catedral Vieja de Salamanca. En la hoja bloque puede verse la fachada principal plateresca de la Catedral Nueva placentina.
Plasencia, una de las ciudades de mayor importancia de la provincia de Cáceres, se halla situada a orillas del río Jerte en la Ruta de la Plata y cercana al Parque Nacional de Monfragüe. Esta población cacereña comparte el mismo privilegio que Salamanca de poseer dos catedrales: la Vieja y la Nueva.
La catedral Vieja de Plasencia, llamada también de Santa María, como la mayoría de las catedrales españolas se fue haciendo en el transcurso de los siglos, por lo que estos templos de grandes dimensiones suelen ser el resultado de distintos estilos arquitectónicos y épocas. De ahí, que los inicios de su construcción estén entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, por lo que en ella encontramos reminiscencias románicas o cistercienses y elementos góticos del siglo XIV. Cuenta con tres naves y una antigua Sala Capitular, además de un claustro que se une con el de la otra catedral. Acoge, en parte de sus espacios, el actual museo catedralicio entre cuyas piezas guarda obras de Morales el Divino y de Pompeo Leoni.
La catedral Nueva fue iniciada su construcción en 1498 y, tras sufrir sus obras diversas paralizaciones, se retomaron en el siglo XVIII, aunque al final quedó inacabada. Posee dos fachadas de estilo plateresco, una de Juan de Álava y Gil de Hontañón y la otra atribuida a Diego de Siloé. Su retablo Mayor está conformado por tallas de Gregorio Fernández y pinturas de Francisco Ricci. Hay también retablos y piezas de los Churriguera y de Luis Fernández. De esta hoja bloque se realizó una Prueba de Lujo sin dentar en color negro.