Número EDIFIL: 5075
Temática: Patrimonio inmaterial de la humanidad
Fecha de puesta en circulación: 20 de julio de 2016
Procedimiento de impresión: Offset
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Formato: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Dentado: 13 3/4 (horizontal) y 13 ¼ (vertical)
Efectos en pliego: 25
Valores postales: 1,30 €
Tirada: 220.000 de cada motivo
Diseño: Francisco Hidalgo
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
La noche del 24 de diciembre, en todas las iglesias de Mallorca durante la vigilia de Navidad, se puede escuchar el Canto de la Sibila.
Un muchacho o una muchacha acompañados por dos niños, interpretan estas composiciones mientras van recorriendo la iglesia en procesión hasta llegar al coro. El intérprete va caminando con una espada que mantiene erguida delante de su cara, cuando finaliza la procesión, traza una cruz en el aire con la espada.
La indumentaria que suele llevar es una túnica blanca o de color con bordados en el cuello, una capa y un tocado en la cabeza. Las versiones del canto se interpretan a capella con un toque de órgano entre dos versículos siguiendo y respetando su origen gregoriano.
Esta tradición proviene de la Baja Edad Media y se prolonga hasta nuestros días. La Sibila es una profetisa del fin del mundo que se adaptó al cristianismo por su analogía con el concepto bíblico del Juicio Final. La versión más antigua con música, redactada en catalán, se conserva en un cantoral del siglo XV procedente del Convento de la Concepción de Palma.
El Canto de la Sibila que se escucha actualmente en Mallorca, parece proceder de un texto contenido al final de un libro de cofradías de 1600, publicado en 1901 por Estanislao Aguiló. Este texto parece ser uno de los más antiguos donde aparece el personaje del Anticristo.
Tras el Concilio Vaticano III en 1965, se produjo un gran avance: se admitió la presencia en el presbiterio de niñas y mujeres para ejercer como lectoras y desempeñar el papel que hasta entonces estaba reservado solo a los niños varones.
En 2004 fue declarado Bien de Interés Cultural por el Consejo Insular de Mallorca y el 16 de noviembre de 2010 fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
El sello recoge la imagen del Rosetón mayor de la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca en España, conocido también como el Ojo del gótico, junto con la ilustración de una niña ataviada para interpretar el Canto de la Sibila.