DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número EDIFIL: 4993
Temática: Culturas antiguas
Fecha de puesta en circulación: 23 de septiembre de 2015
Temática: Culturas antiguas
Fecha de puesta en circulación: 23 de septiembre de 2015
Procedimiento de impresión: Offset
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Formato de los sellos: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Dentado: 14 2/11(horizontal) y 13 8/9 (vertical)
Efectos en pliego: 25
Valor postal: 0,42 €
Tirada: 220.000
Diseño: Jesús Sánchez Servicios Corporativos, S.L
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Por segundo año consecutivo, se pone en circulación la serie Culturas Antiguas en recuerdo de aquellas civilizaciones que dejaron huella de su existencia y de su glorioso pasado. “Segóbriga”, denominación del municipio romano en tiempos del emperador Augusto, es una muestra de esas grandes culturas ya desaparecidas.
El sello se ilustra con el busto de Agrippina Maior, nieta de Augusto, esposa de Germánico y madre de Calígula, junto a una vista del teatro romano.
El parque Arqueológico de Segóbriga, situado en el alto de un cerro próximo a la localidad de Saelices (Cuenca), constituye el conjunto romano mejor conservado de la Meseta. En su origen, parece que fue un castro celtibérico, que fue conquistado por los romanos en el siglo II a.C. Tras la ocupación romana se convirtió en un oppidum o ciudad celtibérica y hacia el 70 a.C. pasó a controlar un amplio territorio como capital de esa parte de la Meseta. El escritor latino Plinio lo consideró Caput Celtiberiae o inicio de la Celtiberia. En tiempos de Augusto dejó de ser una ciudad estipendiaria, que pagaba tributos a Roma, y fue declarada ciudad romana, habitada por un número importante de ciudadanos romanos y regida por sus leyes y ordenanzas. Se produjo, entonces, su auge económico, como importante cruce de caminos y como centro minero de lapis specularis o yeso traslúcido, usado para las ventanas y para decorar estancias y suelos. Como ciudad romana, se proyectó la construcción del acueducto, la muralla, el foro, la basílica, los edificios públicos, las calles, cloacas, termas, teatro y anfiteatro. Todo ello finalizado hacia él, año 80 de nuestra Era.
Los siglos I y II fueron los de mayor esplendor. En el siglo IV se comenzaron a abandonar los principales monumentos, como el anfiteatro y el teatro, aunque siguió la vida en la ciudad. Con la invasión islámica, los ciudadanos huyeron a los reinos cristianos del norte y sobre la antigua acrópolis se construyó una fortificación árabe. Tras la Reconquista, la población se estableció en el cercano pueblo de Saelices.
A pesar de los siglos transcurridos, el recinto arqueológico de Segóbriga sigue conservando el paisaje originario de la época romana.