Número EDIFIL: 5200
Temática: Varios temas
Fecha de puesta en circulación: 10 de enero de 2018
Procedimiento de impresión: Offset
Papel: Engomado
Formato: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Efectos en pliego: 25
Valor postal: 1,45 €
Tirada: 200.000
Diseño: Juan A. González (Filatelia)
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
En el año 1991 se firmó en Madrid el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente. Este tratado nace para reforzar el Sistema del Tratado Antártico y por la necesidad de incrementar la protección del medio ambiente al otro lado del mundo.
En ese pacto, se establece que la Antártida sea considerada como reserva natural “consagrada a la paz y la ciencia”. Siete años más tarde, el 14 de enero de 1998 entraría en vigor para los 28 países que lo habían firmado y a lo largo de los años, hasta 2015, ha sido ratificado por nueve países más.
Su fin principal es proteger esta parte del mundo sobre todas las cosas, por su valor medioambiental y también, su valor como zona para realizar investigaciones científicas y así entender mejor el medio ambiente global.
Establece la manera en la que todos los estados miembros deben velar por la seguridad de la zona, cómo deben responder ante catástrofes o en casos de emergencia. También, deben controlar el turismo para que no resulte perjudicial para el medio tan especial del continente antártico.
El sello que se emite, conmemora la entrada en vigor del también conocido como Protocolo de Madrid. Un fondo azul representa los océanos que rodean el continente. En el centro, la imagen de la Antártida está rodeada por una composición de todas las banderas de los países que participan de este tratado. De la silueta del continente salen unos rayos que recuerdan al emblema adoptado por el Tratado Antártico en el año 2002. La bandera española aparece en una esquina del sello, así como las fechas 1998-2018.
Este Tratado es muy importante por todo lo que significa. Gracias a esa protección son muchas las investigaciones que se llevan a cabo en unas condiciones extremas pero a la vez especiales y fundamentales para conseguir grandes resultados. España dispone de dos bases permanentes en esta remota zona del mundo, en las que se desarrollan numerosos proyectos. Nos referimos a la Base Antártica Juan Carlos I y a la Base Antártica Gabriel de Castilla.