SELLO | ROBERTO ALCÁZAR Y PEDRÍN

ROBERTO ALCÁZAR Y PEDRÍN

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 3713


Temática: Comics

Fecha de puesta en circulación: 26 de mayo de 2000

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Formato de los sellos: 28,8 x 40,9 mm (vertical)

Dentado: 13 3/4

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 70 pesetas

Tirada: Ilimitada

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

Roberto Alcázar y Pedrín es una serie clásica de cómics españoles que se publicó entre 1940 y 1976. Fue creada por el guionista José Jordán Jover y dibujada por Eduardo Vañó Ibarra, convirtiéndose en una de las historietas más populares en España durante la dictadura de Franco.

La trama sigue las aventuras de Roberto Alcázar, un intrépido y valiente detective privado, y su joven compañero Pedrín, un muchacho siempre dispuesto a ayudarlo en la resolución de misterios y la lucha contra criminales. Juntos, enfrentan una amplia gama de enemigos, desde bandas de criminales y mafias hasta conspiraciones internacionales, siempre defendiendo la justicia.

Características de la serie:

  • Moral tradicional: Las historias suelen tener una distinción clara entre el bien y el mal, con personajes heroicos que siempre se enfrentan a villanos despiadados. Se promovían valores como la lealtad, el honor, el coraje y el patriotismo, algo acorde con la ideología conservadora de la época.

  • Estilo narrativo: La narrativa era muy directa y enfocada en la acción, lo que cautivaba al público juvenil. Roberto era el típico héroe incansable y moralmente intachable, mientras que Pedrín aportaba el toque juvenil y a menudo cómico a las historias, aunque también demostraba ser valiente.

  • Publicación: La serie alcanzó las 1.219 entregas durante sus más de tres décadas de publicación, lo que demuestra su enorme éxito y longevidad. Se publicaba en formato de cuadernillos de entre 16 y 24 páginas, a menudo con historias autoconclusivas, aunque también hubo sagas más largas.

  • Influencia: Roberto Alcázar y Pedrín fue un fenómeno en su tiempo y representó un modelo a seguir para muchos niños de la época. Su popularidad perduró durante varias décadas, aunque fue criticada por algunos debido a su contenido que a veces reflejaba la censura y la propaganda del régimen franquista.

A pesar de su declive tras la llegada de nuevos formatos y estilos de cómic en los años 70, sigue siendo un referente importante en la historia del cómic español y un reflejo cultural de la España de mediados del siglo XX.