Número EDIFIL: 5146
Temática: Efemérides
Fecha de puesta en circulación: 5 de mayo de 2017
Procedimiento de impresión: Calcografía
Papel: Estucado, engomado, mate, fosforescente
Formato: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Dentado: 13 ¾ (horizontal) y 13 ¼ (vertical)
Efectos en pliego: 50
Valor postal: 0,60 €
Tirada: 210.000
Diseño: Carlos Sending & Asociados, S.L
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
El primer viernes de mayo, cada año, la ciudad de Jaca celebra una ancestral fiesta, que conmemora la batalla de los Llanos de la Victoria, ocurrida sobre el año 760 y que enfrentó a moros y cristianos.
Como toda fiesta que recuerda el pasado, tiene su parte de leyenda y su parte de realidad.
Cuenta la historia que más de 90.000 moros llegaron hasta las puertas de Jaca con la intención de conquistar la ciudad.
Al mando de la misma, estaba el conde Aznar Galíndez que logró reunir al pueblo y animarles para luchar contra el enemigo.
Al ser el ejército invasor mucho más numerosos que los jacetanos, estuvieron a punto de rendirse cuando las mujeres del lugar, decidieron salir a la calle armadas de utensilios de cocina y unirse a sus maridos, padres y hermanos, consiguiendo derrotar al enemigo.
Cuenta la leyenda que los moros, confundidos por el reflejo del sol en ollas y cazuelas, pensaron que eran muchos más los que allí estaban y huyeron espantados temiendo perder la batalla y la vida. Desde entonces, se suele celebrar un desfile que rememora la entrada del conde Aznar al pueblo de Jaca tras vencer en la batalla.
En el siglo X se erigió una ermita, la de la Victoria, en el lugar donde ocurrió todo. Por ello, cada primer viernes del mes de mayo, los jacetanos acuden a la ermita cargados de comida y celebran un almuerzo y una misa.
Después, se trasladan al centro de la ciudad donde da comienzo el Desfile de la Victoria. Los participantes van ataviados con trajes de época comandados por un vecino que interpreta al conde Aznar. Durante el recorrido, se lanzan salvas de trabuco que impregnan de olor a pólvora las calles de Jaca, adornadas de banderas y flores para la ocasión.
El sello, que conmemora el MCCLV aniversario de la batalla, recoge una imagen de uno de los momentos del desfile, junto a un dibujo del Conde de Aznar en primer plano.