Número EDIFIL: 4435
Temática: Juegos y deportes tradicionales
Fecha de puesta en circulación: 27 de octubre de 2008
Procedimiento de impresión: Huecograbado
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Dentado: 13 3/4
Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontales)
Formato de la hoja bloque: 105,8 x 115,2 mm (vertical)
Valor postal: 0,43 €
Tirada: 500.000 hojas bloque
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
La serie Juegos y deportes tradicionales -puesta en circulación a lo largo de 2008 con un total de 16 sellos relacionados con actividades lúdicas conservadas en algunas regiones españolas- finaliza con los valores filatélicos dedicados al chito, la chave y la calva que, al igual que los juegos de bolos, se incluyen en la variedad de lanzamiento de precisión.
El chito, conocido en la zona de Castilla como tuta o tarusa, se trata de un cilindro de madera, que durante el juego hay que derribar, sobre el que se colocan unas monedas o chapas. La partida consiste en lanzar unos discos de hierro, llamados tostón, doblón o tango, desde una distancia de 15 a 20 metros para derribar la tuta y lograr que las chapas queden lo más cerca posible del doblón. El terreno de juego es llano y rectangular, de 22 metros de largo por 4 de ancho. Desde la Guerra Civil y hasta la década de los 60 estuvo prohibido por ser un juego de apuestas. La chave, o llave, se practica con distintas variantes en Galicia, Asturias y norte de León. El juego consiste en lanzar unos discos, los pellos, de unos 500 gramos de peso para tratar de dar a la llave, clavada en el suelo, y situada a 20 o 30 pasos de distancia. En algunas zonas esta forma de juego varía ligeramente. Así, en Ourense la chave, de 75 centímetros de altura, tiene forma de aspa para que pueda girar si es golpeada.
La chave se practica en A Coruña de lengua por la forma que asemeja y el fin del juego no es sólo dar en la llave sino tratar de derribarla. En El Ferrol la modalidad es la chave de horquilla, consistente en una única aspa sobre la que hay que impactar para que gire una vuelta completa. Finalmente, en Asturias se practican las modalidades de llave clásica y llave alterna.
El juego de la calva o morrillo tiene orígenes pastoriles y se practica, principalmente, en zona castellano leonesa y en menor medida en Madrid y Guadalajara. Se precisan dos elementos: la calva, pieza de madera con dos brazos en forma de ángulo, y el morrillo o canto, tradicionalmente una piedra sustituida en la actualidad por una pieza de hierro. El juego se basa en lanzar el morrillo, desde una distancia de 10 o 15 metros, para dar directamente en la calva. La hoja bloque está formada por tres sellos y tres viñetas sin valor postal que muestran las técnicas de lanzamiento y las piezas claves de estos juegos autóctonos, que han llegado hasta nuestros días debido al interés de preservación de algunas regiones.
Texto: Yolanda Estefanía