DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número EDIFIL: 4951
Temática: Efemérides
Fecha de puesta en circulación: 20 de febrero de 2015
Temática: Efemérides
Fecha de puesta en circulación: 20 de febrero de 2015
Procedimiento de impresión: Offset
Papel: Estucado, engomado, fosforescente
Formato de los sellos: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Efectos en pliego: 25
Valor postal: 0,90 €
Tirada: 220.000
Diseño: Konecta BTB, S.L
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Se conmemora el Centenario del Arma Submarina con la emisión de un sello de la serie Efemérides que deja constancia del nacimiento de esta organización.
El Arma Submarina se creó por Ley de 17 de febrero de 1915, firmada por Alfonso XIII, y conocida en la historia de la armada española como Ley Miranda, al haber sido propuesta por el Ministro de Marina y Almirante Augusto Miranda y Godoy. La ley autorizaba la construcción de 28 submarinos, además de varios buques de superficie, y, para dar mayor celeridad a la puesta en marcha del programa naval, permitía la compra de cuatro sumergibles en el extranjero, debiendo construirse los 24 restantes en España. Asimismo, contempla la organización del servicio en los submarinos, con oficiales del cuerpo, maquinistas, contramaestres y demás personal subalterno, y autorizaba la dotación del material necesario para las enseñanzas y prácticas del personal.
Con esta ley nacía definitivamente el Arma Submarina, cuyos antecedentes se encuentran en la Ley de Escuadra, de 1908, que había sido impulsada por Maura y Ferrándiz.
En la actualidad, la Armada Submarina: “Está formada por profesionales, buques y dependencias, estructurados bajo un mando único dentro de una moderna organización que le permite cumplir las diversas misiones que le son asignadas en base a la Directiva de la Defensa nacional”. Entre los trabajos que está realizando figura la construcción de una nueva serie de submarinos tipo S-80, que supone una apuesta tecnológica de la industria española, con la concepción de un buque con sistemas inteligentes de seguridad, armas, sensores, comunicaciones vía satélite y un revolucionario sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP), que le va a permitir cumplir con los nuevos retos y misiones que se le asignen.